En ese momento, es cuando se te viene el mundo encima y te preguntas “¿cómo pueden despedirme de esta forma? ¿Tienen derecho a despedirme estando de vacaciones?”
La respuesta a todo esto es que sí, ya que dentro de la legislación laboral no se encuentra ningún impedimento para ello. Sin embargo, su validez dependerá de cómo se haya realizado el despido.
Por ello, el despido debe ser notificado por escrito al trabajador, haciendo constancia de los hechos que lo motivan y la fecha que se llevará a cabo.
En caso de no notificar por escrito o no incluir los hechos que motivan al despido o la fecha de efecto se considerará improcedente. Por otra parte, si te despiden sin respetar el plazo de preaviso, el empresario tendrá que pagar una indemnización equivalente al importe salarial.
De todos modos, despedir a un trabajador durante sus vacaciones es un gesto que debería evitarse, ya que, además de generar un malestar en el empleado, el resto de la plantilla podría verse afectada.